Nuevas inundaciones provocan rescates y evacuaciones en todo Texas

The Texas Tribune - Un sistema tormentoso provocó una nueva ronda de peligrosas inundaciones en el norte y centro de Texas el domingo, lo que llevó a rescates y evacuaciones en varios condados y suspendió las labores de búsqueda de víctimas de las catastróficas inundaciones que causaron la muerte de al menos 120 personas en Hill Country hace una semana.

El gobernador Greg Abbott dijo el domingo por la tarde que el estado estaba llevando a cabo rescates en los condados de San Saba, Lampasas y Schleicher, y que se estaban realizando evacuaciones en los condados de Lampasas, Menard, Kimble y Sutton.

“Estamos ampliando las operaciones en todos los condados afectados, al tiempo que vigilamos la crecida de las aguas en Kerrville,” dijo Abbott en una publicación en X. Kerrville, en el condado de Kerr, es donde se han centrado las operaciones de rescate y recuperación tras las inundaciones del 4 de julio en Hill Country.

Decenas de tejanos habían sido rescatados de la zona de Lampasas a media tarde del domingo, dijo Abbott. Se realizó un rescate en el condado de Schleicher el domingo por la mañana, según la Oficina del Sheriff del condado.

También se han realizado algunos rescates en el condado de San Saba, según informó la coordinadora de gestión de emergencias Marsha Hardy, mientras la policía y los voluntarios se desplegaban esta mañana para alertar a los residentes de las órdenes de evacuación obligatorias y recomendadas.

Hardy afirmó que las evacuaciones se han llevado a cabo sin problemas y que espera que el resto de las lluvias no causen más problemas importantes para poder pasar a las labores de recuperación.

“Ahora se trata, una vez más, de que todo el mundo regrese a su casa, probablemente mañana, y vea qué tipo de daños ha sufrido,” dijo Hardy.

El domingo por la tarde, el representante estadounidense August Pfluger, republicano por Texas, que representa a San Saba, publicó: “Por favor, tómense esto en serio, ya que el río está subiendo más rápido que el 4 de julio.”

Las autoridades de los condados de Kendall y Menard comunicaron a los residentes de algunas zonas que las evacuaciones son voluntarias por el momento.

Los equipos de emergencia del condado de Kerr suspendieron el domingo por la mañana la búsqueda de víctimas de las riadas de la semana pasada. El Departamento de Bomberos de Ingram ordenó a los equipos de búsqueda que evacuaran inmediatamente el corredor del río Guadalupe hasta nuevo aviso, advirtiendo de que el riesgo de riadas era elevado.

Se esperaba que las labores de búsqueda y rescate se reanudaran el lunes, dependiendo del caudal del río, según informó el portavoz del Departamento de Bomberos, Brian Lochte.

En una publicación de Facebook, el departamento advirtió a los residentes de la zona que se mantuvieran alejados de los cauces de los ríos y las carreteras.

La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica informó de inundaciones «importantes» en el río San Saba, en San Saba, que alcanzó los 8,2 metros a la 1:30 p. m. del domingo, y en el río Lampasas, en Kempner, que alcanzó los 10 metros. El juez del condado de San Saba, Jody Fauley, emitió una orden de evacuación obligatoria para algunas partes del condado, ya que el Servicio Meteorológico Nacional pronosticó que el río San Saba alcanzaría una crecida superior a los 31 pies a medianoche.

A las 3:20 p. m. del domingo, las aguas de la inundación habían comenzado a retroceder en Lampasas, dijo Julian Thorpe, representante de comunicaciones de la Oficina del Sheriff de Lampasas.

“Nos hemos asegurado de que todo el mundo haya sido evacuado de las zonas que deben ser evacuadas. El único problema que conozco es que el puente de Kempner está bloqueado,” dijo Thorpe, añadiendo que no tenía detalles sobre los rescates en la zona.

La NOAA también informó de inundaciones «moderadas» en el río León, en Gatesville, y en Cowhouse Creek, cerca de Pidcoke, en el condado de Coryell, así como en el río Llano, cerca de Junction, en el condado de Kimble.

Una alerta emitida el domingo por la mañana por la oficina del servicio meteorológico de Austin-San Antonio advertía de que la región central de Texas es especialmente susceptible a las inundaciones, ya que el suelo sigue “cerca de la saturación o en niveles de saturación” debido a las tormentas del 4 de julio.

Ese fin de semana, las destructivas y rápidas aguas subieron 26 pies en el río Guadalupe en solo 45 minutos antes del amanecer del 4 de julio, arrasando casas y vehículos. Desde entonces, los equipos de búsqueda han utilizado helicópteros, barcos y drones para buscar víctimas y rescatar a personas atrapadas en árboles y en campamentos aislados por carreteras arrasadas.

Este verano, las inundaciones repentinas provocadas por las fuertes lluvias se cobraron vidas en otras partes de Texas. En San Antonio, en junio, cayeron más de 18 centímetros de lluvia en unas pocas horas, lo que provocó decenas de rescates de las crecientes aguas y causó la muerte de al menos 13 personas.

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